Desde el momento en que hice contacto hasta el final de nuestra sesión, todo fue muy sencillo. La señorita mamá fue complaciente y accesible, comenzando con una charla previa a la sesión. Me hicieron sentir segura, aceptada y completamente a gusto, ya que nunca había compartido mi lado pequeño con Nadie antes realmente no estaba seguro de qué esperar, pero la señorita mamá cumplió todos los requisitos y decidió que podía tener un lugar en su guardería (¡sí, por mi lado pequeño!).

Una vez que llegó el día de nuestra sesión, estaba una mezcla de nervios y emoción, lo que hizo que el viaje en auto pareciera aún más largo, pero una vez que llegué a la guardería de Miss Mummy (que era muy fácil de encontrar y estacionar) supe que había entrado al cielo para En mi lado pequeño, casi de inmediato, todos los sentimientos nerviosos que había desaparecido y la señorita mamá comenzó mi regresión y me hizo acolchar mi mameluco con un chupete y en mi propio estado de felicidad, y después de un rato de jugar, mirar televisión apropiada para mi edad y, en general, Me lo pasé muy bien con la señorita mamá (en serio, nunca había pasado tanto tiempo sonriendo). Me ofrecieron alimentación con biberón y entré en profundidades de un espacio pequeño que ni siquiera sabía que existían.

Lamentablemente, como ocurre con todas las cosas buenas, eventualmente deben llegar a su fin y una vez que nuestro tiempo terminó, la señorita mamá, con cuidado y consideración, me sacó del poco espacio y me dio tiempo para prepararme para lidiar con cosas estúpidas de los adultos.